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la balada de los descerebrados

lunes, 1 de febrero de 2010

Mi novio flirtea en la taquilla. Yo estoy comiendo palomitas en la entrada del cine mirando su sonrisa pícara. Hago mucho ruido cuando como palomitas. Entramos a ver away we go, la última de Sam Mendes. En una escena la protagonista pregunta a su pareja si ambos serán unos fracasados. Yo lo volteo a ver a él. Él, sin quitar la mirada de la peli, se lleva un puño de palomitas a la boca, mueve las pupilas como búho hasta hacerlas coincidir con las mías, y luego las regresa a la pantalla. Reímos. Sabemos que nosotros sí lo somos y no nos importa. Al salir del cine el cielo es rosa y nos dan ganas de ir por la carretera hasta el infinito. Subimos al auto y llegamos a un pueblito cerca de la ciudad. Es un alivio vivir al margen del día, al margen de las ocupaciones, de las oficinas. Ambos estamos desempleados (porque en realidad sí somos unos fracasados). Es provisional esto de no tener trabajo, supongo, y cuando hay para el cine y gasolina, es también muy agradable. Bajo un árbol vemos como cae la tarde mientras hacemos cuentas dibujando con palitos en la tierra. Contamos los que murieron en nuestro norte este fin de semana. Brutal, decimos, y sorbemos la cerveza. Contamos el dinero que nos queda. Contamos hace cuanto tiempo no teníamos un día así de bueno. Después lo borramos todo y dibujamos pornografía. De regreso la noche se nos mete al auto y en la radio cantan los fantasmas de la estática: los dos estamos idos de la mente /andamos como locos /por el mundo perdidos.

3 comentarios to la balada de los descerebrados:

Anónimo dijo...

Con permiso, seré un poco cursi: Hace mucho, se me olvidó comentartelo, leí un cuento de uno de los guionistas, el tal eggers, que es de la generación quemada. Se trataba de un perro que enviaba cartas a gerentes de grandes corporaciones. recuerdo que fue chistoso acorarme, mientras te veía devorar las palomitas, a aquel perro anticapitalista. igual que nosotros: fracasados secretarios de la nada.
Te quiero miranda. Un dibujo se quedó intacto en aquel monte y en mí.
Wuero.

Anónimo dijo...

que buena rola.

Anónimo dijo...

cuál rola?
Miranda 2

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